Un cliente difícil

Un cliente difícil

A todos nos ha pasado. Es un tema común en este «cosa» de sostener una agencia de publicidad o marketing. En nuestro caso, llevamos ya mes y medio negociando la entrada de un cliente en social media y analítica web. El cliente está encantado con los números, la planeación y la estrategia, sin embargo, el diseño ha sido la piedra en el zapato. Primero porque no estamos presentando la parte gráfica ante el dueño del negocio sino su hija (quien probablemente herede la empresa), quien entiende bastante bien de este mundo digital. Pero por decirlo de alguna forma, la comunicación se rompe. Y mira que hemos hecho mucho y sin embargo «no le damos» a lo que el dueño e hija quieren. Hoy me he plantado en una reunión con ellos donde se han librado bien las cosas.

Me parece que el tema es que el dueño prepara a la hija. Pero la hija quiere tener tomado todo el negocio, lo cual me parece que está en lo correcto. El tema es que ella aún no puede tomar decisiones y suele recurrir a su padre disminuyendo así la retroalimentación.

Sin embargo, debo confesarles que el reto es bueno, muy bueno, y creo que todos en la agencia han demostrado el ímpetu por ganarse esta cuenta.

En la reunión de la que les hablaba, se presentó un informe de actividades de lo hecho durante 6 semanas desde que se pusieron en contacto con nosotros, incluyendo no sólo la parte gráfica sino estrategia, tácticas y acciones concretas. Este reporte ha demostrado al padre y dueño que realmente se ha trabajado mucho en este tiempo y se han dado vueltas y vueltas buscando algo que quizás si él no lo indicaba «no se empezaba con la pauta». Como él mismo lo dijo: «Es que no me entero de éstas cosas que me están enseñando», y pues sí, trabajo hay, pero a veces hay que romper las indicaciones de «velo todo con mi hija», ni ellos han arrancado la pauta publicitaria (y créanme, les urge) ni nosotros hemos cerrado otro cliente.

Moraleja: Algunas veces vale la pena «que se escape un mail sin querer» a quien toma las decisiones aunque te haya indicado lo contrario.