Una agencia de marketing digital ha sido mi sueño desde la carrera, pero no sabía que así sería.
Me contrataron para formar una agencia de marketing digital dentro de una empresa que se dedica a las inversiones en su proyecto dedicado a las plantaciones de Maguey. Revisar documentación y volver a los inicios debo decirlo, ha sido por demás muy agradable.
Solemos dar cosas por hecho, es vital regresar a los orígenes y darnos cuenta que sin proponerlo la propia situación de agencia va haciendo que los perfiles comiencen a mezclarse. Sin mala intención, sino porque las personas somos así; buscamos resolver, entonces, sin querer uno se va mezclando con otras áreas a modo de eficientar el trabajo.
Esto no lo veo mal, dirijo una agencia de marketing digital y sin percatarme esto sucede en la mía. La confianza y el respeto permiten que esta situación de fusión suceda. Me explico, no se trata de se meta la cuchara en el guiso ajeno, sino que se busca que un nuevo condimento mejore el platillo.
Es hasta este momento que empiezo a darme cuenta que el orden de las cosas no es inversamente proporcional al logro de los objetivos, sino que los objetivos son quienes van marcando la pauta en el desarrollo de las personas. Esto es interesante porque ciertamente aunque quisiera estar en todo no puedo, y los colaboradores van buscando la forma de resolver.
Abrí diciendo que estoy haciendo un trabajo que permita a una empresa hacerse de su propia «agencia» y no verlo como un departamento de marketing más, bueno, estoy re aprendiendo lo que en un inicio plantee en una servilleta en una cafetería sobre la Gran Vía de Les Corts Catalanes con quien se volvería mi socio en Barcelona. En el tiempo en que se planteó, las agencias de marketing digital como tal no existían, entonces nos planteamos un escenario del «cómo debería estar integrada una cosa digital».
¿Erramos? sin duda, pero tampoco es que hubiera gran documentación al respecto, sin embargo al estar re documentándome veo que sí, erramos en el pasado, hoy en día nos quedamos cortos, hay puestos que aún no han nacido o que forman parte de otra área como los data scientist o los data engineer, el encargado del machine learning o el visualizador de datos y el jefe de proyecto del business intelligence.
Éramos jóvenes.
Han pasado ya varios años y cada momento en este proyecto me hace darme cuenta que sin proponérmelo he formado gente muy interesante que quizás no vaya a crear su propia agencia pero que sin duda puede notar una estructura de trabajo, que les aseguro, no es la mejor, pero que deberá mutar para proyectos cada vez más grandes.
Aún somos jóvenes en el marketing digital. Falta mucho por hacer.